Desde que era pequeño mi sabor preferido en cuanto a frutas se refiere siempre ha sido el de los frutos del bosque, para ser más exacto y para quien no los sepa me refiero a los arándanos, las fresas, las grosellas, las moras y las frambuesas, por lo que me encanta utilizarlas en muchos de los postres que yo cocino, ya que no solo le dan un gran sabor, sino también una gran vistosidad.
Es por todo ello, por lo que cuando probé por primera vez la tarta de queso o cheesecake (que es una tarta típica de los estados unidos de américa - EE.UU), me encanto su sabor y se convirtió desde ese momento en mi postre favorito y el cual he comido ya decenas de veces, algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta la fama de este postre a nivel mundial, donde es casi imposible no encontrar un restaurante o supermercado que te la venda hecha o un preparado para que termines de hacerte tú en casa.
Así que teniendo esta afición por la cocina que tengo, no podía no intentar hacer de forma completamente artesanal la receta de la tarta de queso, de la cual he cocinado varias versiones en mi afán de intentar lograr la tarta de queso o cheesecake perfecta, al menos para mi gusto.
Aunque no os voy a mentir, es algo que se me ha resistido mucho, ya que he hecho varios intentos y aunque ya estaba cerca de una receta de la tarta de queso o cheesecake bastante buena, no terminaba de estar 100% contento con ella, y yo nunca comparto una receta que no crea que esta genial, ante todo me gusta enseñaros recetas de muy alta calidad con las que esté contento.
Es justo ahí, donde entra un muy buen amigo mío que se llama Nacho y por el cual siento un profundo aprecio, el que al igual que yo es aficionado a la cocina y en cuyo postre favorito coincidimos, a los 2 nos apasiona la tarta de queso o cheesecake hechas con algún tipo de fruta del bosque, aunque vosotros podéis ponerle la cobertura hecha con la fruta que queráis…
Y es que al ser ambos muy aficionados a este postre y la cocina, me hizo su receta personal de esta tarta para mi cumpleaños (lo cual le agradezco un montón) y la verdad es que quedo genial, es una receta que tiene muy trabajada y ha sabido dar con el punto exacto de sabor que yo estaba buscando, por lo que una vez me ha enseñado a hacerla he decidido compartirla con todos vosotros para que también podáis degustar este magnífico postre, por lo que esta receta se la debo y se la dedico a él, y cuyos pasos para aprender a hacerla os dejo justo a continuación.
Ingredientes para saber cómo hacer o preparar una tarta de queso fría (sin horno) o cheesecake casera con mermelada:
Ingredientes para hacer la base de galletas de una tarta de queso fría (sin horno) o cheesecake casera con mermelada:
- 150 gramos de galletas María
- 90 gramos de mantequilla
Ingredientes para hacer una tarta de queso fría (sin horno) o cheesecake casera con mermelada:
- 250 gramos de Mascarpone u otro queso crema
- 200 mililitros de nata para montar
- 75 gramos de azúcar
- 50 mililitros de leche para disolver los sobres de cuajada
- 1 sobres de cuajada en polvo (15 gramos) o 3 hojas de gelatina neutra.
- Mermelada casera de arándanos u otro tipo.
Pasos para saber cómo hacer o preparar una tarta de queso fría (sin horno) o cheesecake casera con mermelada:
1º Lo primero que debemos hacer, es coger un bol, llenarlo con agua bien fría de la nevera o natural con hielo y meter las hojas de gelatina neutra para que se hidraten, salvo que para cuajar la tarta vayamos a usar los sobres de cuajada, en ese caso no necesitamos las hojas de gelatina neutra.
2º Después para hacer la base de galletas maría, debemos picarlas, para lo cual yo las meto en una bolsa, la cierro y paso por encima un rodillo hasta que quedan bien molidas, tras lo cual reviso si hay algún trozo grande aun, lo termino de machar y lo pongo todo en otro bol o ensaladera.
3º Cuando ya tenemos la galleta picada reservada, derretimos la mantequilla en cazo removiéndola constantemente para que no se queme, una vez este derretida debemos mezclarla con la galleta picada, y una vez esté bien mezclada cogemos la pasta resultante y la distribuimos sobre la base de la tartera donde la vamos a hacer, en nuestro caso hemos usado una tartera de 21 centímetros de diámetro por 5 de alto, luego la tapamos con papel film y lo metemos en la nevera.
4º Ahora vamos a por el relleno de la tarta, así que cogemos un cazo grande o cazuela, ponemos en el queso en crema, la nata liquida y el azúcar tras lo cual lo calentamos a fuego lento mientras removemos hasta que todos se hayan derretido y mezclado bien, sin grumos y sin que la mezcla llegue a hervir, no dejar de remover en ningún momento para que no se queme, si en algún momento no puedes remover, quita el cazo o cazuela del fuego.
5º Cuando veamos que todos los ingredientes se han disuelto y la mezcla está caliente, disolvemos la cuajada en leche fría, y la echamos junto al resto de la mezcla que está caliente en el cazo o cazuela, tras lo cual lo removemos todo junto hasta que veamos que vuelve a estar caliente, pero siempre evitando que se ponga a hervir.
En caso de que, en vez de cuajar la tarta con sobres de cuajada, lo hagamos con hojas de gelatina neutra, que son las que habríamos hidratado en el paso número 1, tendríamos que sacarlas del agua fría, escurrirlas y añadirlas en este paso junto al resto de ingredientes, y removerlo todo junto mientras se disuelve todo a fuego lento, sin que la mezcla llegue a hervir.
6º Una vez tenemos la mezcla caliente hecha, sacamos el molde con la base de galletas de la nevera y vertemos la mezcla de la tarta con cuidado en el molde donde con la base de galletas maría, poniendo encima antes un cucharon, para que cuando vertamos la mezcla hacerlo sobre él, no se destroce la base de galleta maría por la presión del chorro de la mezcla al caer sobre ella, tras lo cual debemos dejar que se enfrié y meterla en la nevera hasta que termine de cuajar, lo que le llevara varias horas.
7º Para finalizar, cuando la tarta ya se haya solidificado y enfriado, debemos ponerle una cobertura, en este caso una mermelada de arándanos casera (la cual habremos preparado con anterioridad), para ello calentaremos primero un poco la mermelada (a la que podemos volver a añadir una hoja de gelatina neutra hidratada) y después la distribuiremos de forma uniforme por la tarta, tras lo cual volveremos a meterla en la nevera hasta que la mermelada se haya solidificado de nuevo, para aprender a hacer dicha mermelada solo tenéis que visitar el siguiente enlace: Como hacer mermelada de arándanos casera.
En fin, espero que os haya gustado esta magnífica receta, si finalmente la realizáis en casa, no dudéis en contarme vuestra opinión o experiencia, así como preguntar cualquier duda a través de un comentario, el cual contestare en cuanto lo lea. A continuación, os voy a dejar unos enlaces que creo que pueden ser de vuestro interés, muchas gracias por vuestra visita y espero que volváis muy pronto.