Los cinnamon rolls o como se llaman en español rollitos de canela, son un dulce típico de Suecia, donde se les conoce con el nombre de kanelbullar. Este postre se ha puesto muy de moda últimamente en nuestro país y la mayoría de la gente piensa que es un dulce típico de Estados Unidos de América del Norte.

Rollitos de canela, cinnamon rolls o kanelbullar

Pero no, nada más lejos de la realidad, este dulce es originario y típico de Suecia, donde se toma junto con el café de forma muy habitual o diaria, se podría decir que es un ritual respetado e importante en su sociedad, es algo así como equivalente la hora del té y las pastas en Reino Unido o el té matcha en Japón.

Es precisamente por el hecho de que ellos lo suelen tomar a modo de ritual junto con el café, que los rollitos de canela, cinnamon rolls o kanelbullar no son muy dulces, ya que cuando te tomas algo muy dulce y al mismo tiempo bebes el café, este suele estarnos muy amargo, asi que, si no te gusta lo excesivamente dulce, la versión del rollito de canela sueca es una gran opción para ti.

Sin embargo, si eres más fan de que este tipo de aperitivos sean más dulces, la versión de los rollitos de canela, kanelbullar o cinnamon rolls que se hace en EE. UU, puede ser la mejor opción para ti, ya que en la versión americana suelen ir recubiertos de una crema hecha a base de queso y azúcar llamada frosting, y es que ya conocemos la costumbre de los americanos de ponerle azúcar o salsa a todo.

Aunque también podríais optar por hacer una versión más española y una vez hechos y enfriados pintarlos con un poco de almíbar, técnica que aumenta su dulzor y jugosidad sin alterar drásticamente su sabor natural. Una técnica muy usada en la repostería española, y que bien podéis aplicar aquí. Aunque hoy os voy a explicar cómo hacer tanto la versión de los rollitos de canela sueca como la americana.

Lo que es bastante sencillo, ya que la única diferencia entre los rollitos de canela, kanelbullar o cinnamon Rolls suecos y los americanos, es la cobertura o frosting de queso y azúcar, y por eso yo hoy os voy a enseñar como hacer ambas clases. Es decir, os voy a enseñar como hacer los rollitos de canela, kanelbullar o cinnamon Rolls clásicos, y también os voy a enseñar a hacer la cobertura o frosting de queso, para que así decidáis si queréis prepararlos tanto al estilo sueco (sin crema o frosting de queso), cómo al estilo americano (con crema o frosting de queso).
 
Actualmente podemos encontrar estos dulces en una gran cantidad de supermercados, pero al igual que otros productos extranjeros que se están poniendo de moda como el cupcake o el muffin, si son de calidad el precio es muy elevado, y si son de mala calidad como los industriales el precio es mucho más económico, pero, ¿a quién le interesa un producto de mala calidad o caro?.

Es por eso que me decidí a aprender a hacerlos yo mismo, para poder disfrutar de un dulce sueco tan bueno y a un precio razonable, de hecho, es muy barato y sencillo de hacer, así que, si queréis aprender a hacer rollitos de canela, cinnamon rolls o kanelbullar caseros, no dejéis de leer, porque os dejo la receta justo a continuación.

 

Ingredientes para saber cómo hacer o preparar rollitos de canela, kanelbullar o cinnamon rolls, un dulce típico y tradicional de Suecia:

Ingredientes para saber cómo hacer o preparar la masa de los rollitos de canela, kanelbullar o cinnamon rolls, un dulce típico y tradicional de Suecia:

  • 400 gramos harina de fuerza
  • 15 gramos de levadura fresca
  • 50 mililitros de agua tibia
  • 100 mililitros de leche
  • 50 gramos mantequilla
  • 2 huevos (Uno de ellos solo para pintar)
  • 3 gramos de sal
  • 30 gramos de azúcar
  • 3 mililitros de extracto de vainilla (opcional)

Ingredientes para saber cómo hacer o preparar el relleno de los rollitos de canela, kanelbullar o cinnamon rolls, un dulce típico y tradicional de Suecia:

  • 90 gramos de mantequilla
  • 70 gramos azúcar moreno o blanco
  • 25 gramos de canela en polvo

Ingredientes para saber cómo hacer o preparar la cobertura o frosting de queso de los rollitos de canela, kanelbullar o cinnamon rolls, para convertirlos en la versión americana:

  • 150 gramos de queso crema tipo Philadelphia o mascarpone
  • 80 gramos de azúcar glas
  • 40 mililitros de leche o nata de montar liquida (opcional)

  • Pasos para saber cómo hacer o preparar rollitos de canela, kanelbullar o cinnamon rolls, un dulce típico y tradicional de Suecia

    1º Lo primero que vamos a hacer es coger un bol o recipiente grande y hondo y ponemos dentro de él la harina y la sal, es decir, ponemos todos los ingredientes secos, tras lo cual los removeremos todos bien con ayuda de un tenedor o paleta.

    2º Después, cogemos un cazo u olla, ponemos en él la mantequilla y la derretimos a fuego lento con cuidado no se nos queme, una vez se ha derretido, añadimos la mantequilla derretida al bol junto a los ingredientes secos y volvemos a remover, tras lo cual añadimos también la leche, la esencia de vainilla y removemos hasta que este lo más mezclado posible.

    Ahora cogemos el huevo y lo añadimos al bol con cuidado de que no nos caiga ninguna cascara dentro, tras lo cual lo removemos hasta integrarlo lo máximo posible y reservamos.

    A continuación, cogemos el agua y la calentamos hasta que este un poco tibia, en ella añadimos la levadura fresca de panadería y la removemos hasta que esté bien disuelta.

    Es importante que el agua no superare los 40º grados centígrados, ya que la levadura está formada por bacterias beneficiosas que están vivas, y si el agua está más caliente puede matarlas y hacer que luego la masa no crezca o leve.

    Una vez hemos echado el agua con la levadura fresca disuelta al bol, removemos la masa todo lo que nos deje con el tenedor o paleta. Cuando veamos que espesa tanto que ya no podemos removerlo así, pasamos la masa a un papel de horno espolvoreado con harina para que no se pegue la masa, y con ayuda de un rodillo (restregar un poco de harina por el rodillo también) amasamos la masa durante unos minutos.

    5º Después, cuando hayamos amasado bien la masa, hacemos una bola con ella y la ponemos en un recipiente tapado con un trapo húmedo, tras lo cual lo dejaremos reposar durante 1 hora u hora y 30 minutos, tiempo en el cual habrá doblado su tamaño original.

    Mientras la masa está levando, vamos a aprovechar para hacer la cobertura o frosting de queso, para ello tan solo tendremos que poner el azúcar glas y el queso crema en un bol, y con ayuda de una batidora o unas varillas, removerlo todo muy bien hasta que se hayan mezclado de forma uniforme los ingredientes.

    Dependiendo de la marca del queso crema que usemos, puede quedarnos una mezcla más liquida o espesa, no es en sí un problema, pues el sabor es el mismo. Pero si buscáis que sea más liquida, podéis añadirle un poquito de leche o nata liquida, y si queréis que sea más espesa, no ponérsela.

    Para que os hagáis una idea de cómo puede salir según la marca de queso crema que utilicéis, las medidas expresadas de queso crema, azúcar glas y leche, están pensadas para que salga una pasta de queso espesa y untable si usas queso crema de la marca Philadelphia, pero con las mismas cantidades usando el queso crema de la marca Hacendado (Mercadona) sale con textura de yogurt líquido tirando a espeso, más o menos como si fuera miel, aunque para que acabe de coger toda su textura necesita estar un buen rato en la nevera.

    Por lo que yo os recomiendo que en principio no echéis la leche o nata liquida, y luego si la veis demasiado espesa, vayáis añadiendo leche o nata liquida hasta un máximo de 40 mililitros hasta que consigáis la textura que más os guste, tras lo cual la reservamos en la nevera.

    7º Una vez la masa ya ha fermentado y por lo tanto aumentado su tamaño, la sacamos del bol, y con ayuda de un rodillo lo amasamos sobre una hoja de papel para horno enharinado, tras lo cual creamos un rectángulo gigante cuyo tamaño aproximado debe ser de unos 50 centímetros de largo por 30 de ancho por unos 4 milímetros de grosor y reservamos.

    Ahora debemos coger la mantequilla para el relleno y la ponemos en un bol junto a el azúcar y la canela, tras lo cual lo mezclamos con ayuda de un tenedor hasta que todos los ingredientes se hayan mezclado bien y hayamos conseguido una pasta homogénea. Este paso es más fácil si previamente hemos dejado reposar la mantequilla unos minutos a temperatura ambiente.

    Justo a continuación, cogemos una cuchara sopera, vertemos la mezcla de mantequilla, azúcar y canela encima de la masa y la repartimos de forma uniforme por toda la superficie. Tras lo cual enrollamos el rectángulo por la parte larga con cuidado de no romper la masa y que no se nos salga el relleno y reservamos.

    10º A continuación, cogemos la bandeja para el horno, ponemos una hoja de papel vegetal para el horno y empezamos a cortar en rodajas de unos 3 centímetros de grosor el rollo de masa que habíamos dejado reservado, lo cual hay que hacer con cuidado de que no se aplaste y parezca un tubo de pasta de dientes vacío.

    Para ello tendremos que ir cortando las rodajas con un cuchillo plano y que este muy bien afilado, realizando la mínima presión posible al cortar las rodajas, las cuales iremos poniendo sobre el papel de la bandeja para el horno. Aunque también podemos poner las rodajas en bandejas de cristal, dejando al menos 3 centímetros de distancia entre unas y otras, tras lo cual las dejaremos reposar durante 1 hora más.

    11º Cuando haya pasado 1 hora, y las rodajas de rollitos de canela hayan vuelto a crecer, batimos un huevo y con ayuda de un pincel pintaremos la superficie de los rollitos de canela con un pincel mojado en dicho huevo batido, para que cuando se cocinen salgan dorados por encima. Si veis que estos a aumentar de nuevo su tamaño o levarse se han deformado, podéis hacer un poco de presión con el pincel para darles un poco de forma.

    En caso de que las hayáis distribuido en bandejas de cristal, al crecer habrán ocupado todo el espacio disponible y no quedara ni un hueco, lo que hará muy fácil pintar toda la superficie.

    12º Después los metemos en el horno precalentado a 180º grados centígrados, en una altura media, con calor arriba y abajo y sin ventilador durante 15 minutos, o hasta que veamos que están hechos, lo cual notaremos porque cogerán un agradable color dorado. Yo lo que suelo hacer es que, si a los 13 minutos aun los veo muy blancos, enciendo la función ventilador del horno y cuando están dorados los saco, que con esa función serán como mucho 2 o 3 minutos.

    13º Finalmente, cuando veamos que ya están hechos y dorados, los sacamos del horno y los dejamos enfriar, tras lo cual los podemos servir así y degustar, que sería como se comerían en Suecia, o si por el contrario queremos degustarlos al estilo de Estados Unidos de América (EE. UU), les aplicamos con ayuda de una cuchara un poco de la cobertura o frosting de queso que tendremos que haber preparado anteriormente.

    En el caso de que no queramos hacerlo al estilo americano, es decir, con una cobertura o frosting de queso, pero si queramos darle un toque más de sabor y que quede más jugoso, podemos hacer un almíbar y pintar nuestros rollitos de canela con el almíbar, algo que suele hacerse mucho con los rollitos que se venden en cafeterías y pastelerias, al menos en España.

    Personalmente pienso que, al estilo americano, es decir con la cobertura o frosting de queso está mucho mejor, de hecho, una versión que yo hago de los rollitos de canela, kanelbullar o cinnamon Rolls estilo americano, es ponerlos en una bandeja de cristal después de cortarlos (como hemos descrito en el paso 10º).

    Y una vez ya lo hemos horneado y todo y se ha enfriado, le hecho un poco de frosting o cobertura de queso que he hecho un poco más liquida (que podéis ver cómo hacerla así en el paso 6º), y lo reparto por toda la superficie, hecho entre 2 y 3 cucharadas soperas por cada rollito de canela que hay en la bandeja de cristal, tras lo cual lo meto en la nevera y lo dejo hasta antes de servir.

    Para entonces tenemos una bandeja de rollitos de canela cubiertos por una buena capa de frosting o cobertura de queso, que se habrá espesado, pues los rollitos de canela habrán absorbido la humedad de la cobertura, quedando esta más espesa y el rollito más jugoso. Quedándonos de esta forma una especie de tarta de rollitos de canela y queso.

    Cómo podéis ver los rollitos de canela, kanelbullar o cinnamon rolls es una receta muy sencilla y barata de hacer, su mayor problema es el tiempo que hay que dedicarle puesto que hay que dejar la masa fermentar 2 veces durante una hora u hora y media, lo que significa que se queda hasta 3 horas en total de reposo hasta que por fin podemos hornearlos.

    Eso sí, el resultado vale la pena, os lo aseguro, además sale bastante cantidad, por lo que si queréis podéis congelar una parte para comérosla más adelante, en caso de que esta sea vuestra idea, os recomiendo congelarlo nada más cortarlo en rodajas, que es el mejor momento y como mejor se conserva.

    Mas adelante cuando queráis volver a comerlos, tan solo tendréis que sacarlos del congelador, ponerlos en la bandeja del horno, dejarlos descongelarse y levar o aumentar su tamaño durante una hora u media y hornear después. En fin, espero que os haya gustado esta deliciosa receta, a continuación, os voy a dejar unos enlaces relacionados con esta receta que creo que pueden ser de vuestro interés, muchas gracias por vuestra visita y espero que volváis a visitarme muy pronto.

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