Las frutas y las verduras son la base de la dieta mediterránea, un régimen alimenticio reconocido en todo el mundo y respaldado por médicos y nutricionistas como una de las opciones más saludables y nutritivas disponibles. Las verduras y las frutas son altamente nutritivas debido a su contenido elevado de vitaminas y minerales, y suelen ser, en general, bajas en grasas y calorías, lo que convierte a las verduras y frutas en los alimentos más saludables que podemos consumir.

Tomate

Aunque no debemos depender exclusivamente de frutas y verduras, ya que una dieta balanceada es esencial. Para complementar, es necesario incluir carnes blancas como las del pollo o el conejo, que son consumidas ampliamente en la dieta mediterránea, así como pescado azul y blanco.

Hoy no estoy aquí para hablar sobre las propiedades beneficiosas de la dieta mediterránea, sino para centrarme en una de sus frutas más utilizadas y consumidas, no solo en los países mediterráneos, sino en todo el mundo: el tomate. Aunque comúnmente se vende como verdura en la mayoría de los supermercados, científicamente se clasifica como una fruta. Sin embargo, las costumbres y usos tienen un gran peso en nuestra sociedad, por lo que, a pesar de saber que es una fruta, sigue etiquetándose y vendiéndose como verdura, una curiosidad interesante que quería compartir.

El tomate es una de mis frutas preferidas. Su sabor es delicioso por sí solo, aunque personalmente lo prefiero con un poco de aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal, o utilizado para preparar gazpachos, salmorejos o incluso frito para acompañar un buen plato de pasta. El tomate tiene innumerables usos, y en todos ellos es delicioso y nutritivo.

A pesar de su popularidad, el tomate, al igual que otros alimentos famosos, ha sido objeto de bulos de todo tipo, tanto positivos como negativos. Este es el motivo por el cual he redactado el artículo de hoy: para desmentir falsas afirmaciones sobre el tomate y proporcionar información verídica y contrastada sobre sus propiedades beneficiosas y posibles contraindicaciones. Así, tendrás información precisa para decidir si incluirlo o no en tu dieta. A continuación, detallo sus propiedades.

Cuadro nutricional del tomate por cada 100 gramos:

  • Calorías: 18
  • Agua: 95%
  • Proteínas: 0.9 g
  • Grasas: 0.2 g
  • Carbohidratos: 3.9 g
  • Fibra: 1.2 g
  • Azúcares: 2.6 g
  • Vitamina C: 13.7 mg
  • Vitamina A: 42 µg
  • Vitamina K: 7.9 µg
  • Vitamina B6: 0.1 mg
  • Folato: 15 µg
  • Potasio: 237 mg
  • Licopeno (antioxidante): 2573 µg

¿El tomate engorda o nos puede ayudar a adelgazar?

Pues la respuesta es que el tomate no engorda, ya que carece de grasas y solo tiene 23 calorías cada 100 gramos, lo que lo convierte en un excelente alimento si buscamos adelgazar. Podríamos consumir tomates en grandes cantidades sin temor a ganar peso, aunque es importante no excedernos para evitar posibles molestias digestivas.

Sin embargo, debemos tener cuidado con los aditivos que le agregamos, ya que aunque el tomate natural es beneficioso para adelgazar, los aceites y otros añadidos más calóricos podrían contrarrestar sus efectos positivos.

Propiedades del tomate para ayudarnos a perder peso:

Reduce el hambre: Su alto contenido en agua produce sensación de saciedad, lo que disminuye la ingesta de otros alimentos.

Bajo en calorías y grasas: Con solo 18 calorías por cada 100 gramos, es una opción baja en calorías que permite comer sin miedo a engordar.

Efecto laxante: La fibra estimula el tránsito intestinal, contribuyendo a la eliminación de residuos y toxinas.

Propiedades quema grasas: La vitamina C y los licopenos mejoran el metabolismo lipídico, favoreciendo la quema de grasas para obtener energía.

Propiedades beneficiosas de consumir tomate:

Fortalece el sistema inmunitario: La alta cantidad de vitamina C ayuda a reforzar el sistema inmunitario, previniendo resfriados.

Previene cáncer y degeneración macular: El licopeno no solo previene el cáncer, sino también enfermedades como la degeneración macular.

Ayuda a prevenir problemas de la vista: La vitamina A contribuye a mantener una buena salud visual.

Previene enfermedades cardiovasculares: Mejora la circulación y, gracias a la vitamina K, evita la formación de coágulos sanguíneos.

Combate el envejecimiento: Sus propiedades antioxidantes ayudan a combatir el envejecimiento y mejorar la salud de la piel.

Combate el estreñimiento: La fibra ayuda a luchar contra el estreñimiento y proporciona sensación de saciedad.

Es un diurético natural: El contenido de potasio ayuda a eliminar el exceso de líquidos y a prevenir cálculos renales e infecciones urinarias.

Reduce el colesterol y triglicéridos: El licopeno ayuda a prevenir ciertos tipos de cáncer y a mantener una buena salud cardiovascular.

Mejora la salud de la piel: Los antioxidantes protegen la piel del daño causado por los radicales libres, contribuyendo a una piel más saludable.

Propiedades antiinflamatorias: Algunos compuestos presentes en los tomates tienen propiedades antiinflamatorias, beneficiosas para reducir la inflamación en el cuerpo.

Alto contenido de nutrientes: Los tomates son ricos en nutrientes como la vitamina C, el potasio, el ácido fólico y la vitamina K, además de contener pequeñas cantidades de otras vitaminas y minerales esenciales.

Como se puede observar, el tomate es una fruta rica en vitaminas, con múltiples beneficios para la salud, y prácticamente sin contraindicaciones, como se detalla en la siguiente lista.

Contraindicaciones o efectos nocivos de comer tomate:

Aunque el tomate es generalmente seguro para la mayoría de las personas y ofrece una serie de beneficios para la salud, algunas personas pueden experimentar efectos adversos o tener ciertas consideraciones al consumir tomates. Aquí hay algunas posibles contraindicaciones o efectos nocivos:

Alergias: Algunas personas pueden ser alérgicas al tomate, lo que podría causar síntomas como picazón, hinchazón, sarpullido o dificultades para respirar. Las alergias alimentarias son individuales, y es importante prestar atención a cualquier reacción adversa después de consumir tomates.

Problemas gastrointestinales: Algunas personas pueden experimentar acidez estomacal, indigestión o irritación gastrointestinal al consumir tomates, especialmente si tienen predisposición a la acidez estomacal o problemas gastrointestinales.

Intolerancia a la histamina: Los tomates contienen histamina, una sustancia que puede desencadenar síntomas en personas sensibles a ella. Algunas personas con intolerancia a la histamina pueden experimentar dolores de cabeza, urticaria, enrojecimiento de la piel u otros síntomas después de consumir tomates.

Problemas de ácido úrico: Las personas que tienen problemas con el ácido úrico, como la gota, pueden querer moderar su consumo de tomates, ya que estos contienen ciertas sustancias que podrían contribuir a la acumulación de ácido úrico.

Problemas de oxalato: Los tomates contienen oxalatos, compuestos que pueden contribuir a la formación de cálculos renales en personas susceptibles. Aquellas con antecedentes de cálculos renales pueden necesitar limitar su ingesta de oxalatos, incluidos los presentes en los tomates.

Interacciones medicamentosas: En algunos casos, el consumo de tomates puede interactuar con ciertos medicamentos. Por ejemplo, las personas que toman medicamentos para la coagulación de la sangre (anticoagulantes) deben tener cuidado, ya que los altos niveles de vitamina K en los tomates pueden afectar la coagulación sanguínea.

Sensibilidad al sol: El consumo excesivo de tomates, especialmente en forma de jugo de tomate, puede aumentar la sensibilidad de la piel al sol debido al licopeno. Esto puede resultar en una mayor propensión a quemaduras solares en personas sensibles.

Es importante destacar que estas contraindicaciones son relativamente raras y que la mayoría de las personas puede disfrutar de los beneficios para la salud de los tomates como parte de una dieta equilibrada. Espero que les haya gustado este artículo. Muchas gracias por su visita y espero que vuelvan pronto.